Planta de Acodike paralizada tras incendio

La planta de Acodike incendiada este miércoles no volverá a funcionar hasta dentro de 72 horas, según dispuso la Dirección Nacional de Bomberos tras inspeccionar. El caso está en manos de la Inspección General del Trabajo, dado que se constataron fallas en algunas de las medidas de seguridad que debía cumplir el local.

El dirigente de FUECYS en representación de los trabajadores del supergás, Raúl Ferrando, dijo este miércoles a Montevideo Portal que la planta no volverá a operar hasta pasadas las 72 horas. Según indicó, Bomberos habilitó el local para comenzar a hacer las reparaciones "pero no para trabajar".

Por ese motivo, la distribución de garrafas de Acodike, de color dorado, se verá resentida en los próximos días. De todas formas,  el dirigente afirmó que este miércoles sí hubo garrafas de Acodike "en la calle" debido a que "los colchones se cumplieron" y antes de que ocurriera el incendio llegaron a salir algunos camiones con carga.

Ferrando sostuvo que, al igual que en el incendio ocurrido recientemente en la planta de Rio Gas, algunos de los mecanismos de seguridad con que deben contar las plantas de envasado de supergás no funcionaron. Entre ellos, mencionó que "un matafuegos no funcionó" y así como "los botones de alarma".

Más temprano, fuentes del sector aseguraron a Montevideo Portal  que el protocolo de seguridad funcionó pero  "hay algunos elementos para mejorar".

Las fuentes coincidieron con Ferrando al señalar que, si bien la alarma de la planta funcionó bien, "no se prendió la alarma general que corta el suministro de energía y de gas licuado de petróleo" y en que uno de los "bomberitos" no funcionó, aunque la empresa afirma que esa falla se debió a un "imponderable".

Como consecuencia del incendio, el Ministerio de Trabajo decidió suspender una reunión que originalmente estaba pactada para este miércoles, en la que se analizaría el conflicto que afecta la distribución de la empresa Ducsa. Ferrando indicó que el encuentro se postergó para el jueves.

El conflicto se había desatado la semana pasada debido al despido de cinco trabajadores de la empresa Leblanc, tercerizada contratada para cargar los camiones de Braike, empresa que a su vez es contratada por Ducsa para la distribución de sus garrafas.