Contenido creado por Gerardo Carrasco
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La bien pagá

Vanesa Knowles, joven stripper que paga sus estudios con su webcam

Vanessa Knowles es una joven británica que se apresta recibir su diploma en Derecho por una costosa universidad londinense. La futura abogada, de 25 años de edad, costeó toda la carrera y sus lujosas aficiones gracias a sus admiradores, que pagan gustosos para verla desnudarse ante una cámara web.

16.04.2014 19:40

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2014-04-16T19:40:00-03:00
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Montevideo Portal

Vanessa comenzó aposar semidesnuda poco después de cumplir los 18 años. Luego de aparecer en algunas revistas y sitios de Internet para adultos, encontró una modalidad que le permitía ganar buen y frecuente dinero: los bailes eróticos por cámara web.

Hace dos años se inscribió en un curso de Derecho, y ahora se apresta a recibir su primer diploma.
Mientras algunos de sus compañeros de clase han debido endeudarse y alojarse en cuartuchos infectos para conseguir estudiar, ella pagó por adelantado los casi 20.000 dólares que cuesta la carrera, vive en un elegante apartamento en el centro de Londres y viste ropa de reconocidos diseñadores.

Cuando no está estudiando en la biblioteca, Vanessa se dedica a "conversar" con sus más de 22.000 seguidores, quienes no vacilan en beneficiarla con jugosas "donaciones" para ver cómo se desnuda.

A la joven, quien actualmente se encuentra soltera, le basta dedicar 12 horas semanales a sus fans, para obtener todo el dinero que necesita. Ella admite que desde 2012, año en que se mudó la capital inglesa, ha ganado unas 50.000 libras anuales, lo que equivaldría a algo más de 1.9 millones de pesos.

"Estudiar abogacía es el desafío más grande que he afrontado, pero desde niña quise ser abogada", cuenta en declaraciones citadas por Hot Spot Media.

'Sé que la industria legal es conservadora, pero si hago bien mi trabajo no debería dejar de considerarme como una buena abogada", expresa, agradeciendo la ayuda de sus seguidores. "Mis fans han pagado por cada uno de mis libros de los cien libros de texto que he usado, y los animo a comprarme regalos de una lista de deseos que tengo en Amazon", cuenta.

Sin embargo, no todo es grato en su lucrativo trabajo domiciliario.

"Me he convertido en una personalidad de Internet y los fans pueden ponerse agresivos en su intento de reunirse conmigo. Tienen una percepción de mí como una fantasía sexy y piensan que pueden demandar tiempo conmigo. Incluso se molestan si no respondo a sus mensajes de inmediato" explica.

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