Cocodrilos vs hipopótamos en Zambia

Hipopótamos y cocodrilos coexisten en los ríos africanos desde tiempos inmemoriales. Y si bien los grandes saurios cargan con una extendida fama de letal voracidad, los herbívoros hipopótamos no les van en saga.

Pese a su apariencia simpática, son animales fácilmente irritables, y responsables de más ataques a humanos que sus vecinos reptiles.

Días atrás, el fotógrafo John Coppinger tuvo el privilegio de presenciar desde el aire un espectáculo fuera de lo común: el súbito encontronazo de numerosos grupos de ambos animales a orillas de un río en Zambia.

Con frecuencia son los hipopótamos quienes matan a los cocodrilos, destrozándolos con sus enormes colmillos. Sin embargo, en este caso prefirieron huir, dejando el campo libre para los enormes lagartos.

En declaraciones a Mercury Press, Coppinger cuenta que los hipopótamos eran los dueños del terreno, cuando cerca de un centenar de cocodrilos llegaron al lugar, atraídos por un hipopótamo muerto.

"'El calor fue implacable en las últimas semanas, así que es probable que este hipopótamo muriera de ántrax", enfermedad que puede "permanecer en estado latente durante muchos años, para reactivarse en tiempos de excesivo calor y sequía".

El fotógrafo cuenta que varios de los cocodrilos cayeron de inmediato sobre el cadáver, dispuestos a darse un banquete. Mientras tanto, los que no pudieron aproximarse al cuerpo intentaron cargar contra la manada de hipopótamos.

Ajenos a abstractos conceptos como el honor o el orgullo, los enormes mamíferos decidieron rápidamente que presentar batalla no era sensato, y se marcharon rápidamente.

"Lo que me pareció interesante fue que los cocodrilos prestaron gran atención al helicóptero, mientras que los hipopótamos permanecieron indiferentes al respecto", señala Coppinger.

Dado que estos reptiles surgieron en el triásico, hace más de 200 millones de años, el fotógrafo estima que el interés por el aparato podría responder a un temor atávico. " Bien podrían sentirlo como un regreso a los días en que los pterodáctilos gobernaban los cielos ", especula.

"Fue una experiencia emocionante y sorprendente que nunca olvidaré", concluye.