Desde su irrupción en carnaval en 2013 sorprendió por su caudal de voz que la llevó a ser nominada como la mejor interpretación vocal femenina. El año pasado obtuvo el primer premio con Zíngaros, espectáculo que fue destacado como el mejor del carnaval por parte del jurado, siendo la primera mujer que ganó en la historia de la categoría parodistas.
En la propuesta 2015 del conjunto más popular del carnaval Carolina se vuelve a lucir tanto por su actuación como por sus intervenciones solistas, que la llevaron a cantar un par de temas a cuarenta metros de altura incluso, desde un elevador. Hincha de siempre de Zíngaros, de las que corría para agarrar un lugar cuando no había numeradas; del Soñando por Cantar a las tablas de febrero; Favier dialogó con Montevideo Portal tras la función de la Liguilla.
- En un Carnaval en el que predominan las figuras masculinas (más aún en la categoría parodistas) no es normal ver que a una mujer le estén pidiendo por más de media hora fotos. ¿Qué se siente ser una de las más solicitadas del conjunto por el público?
Divino. Me gusta mucho que los niños pidan fotos. Claro, me ven como a una princesa o algo así. Yo no me doy cuenta, creo. Lo vivo normal, como mis compañeros varones. El año pasado ganó por primera vez un conjunto de parodistas con una mujer y yo como que no me doy cuenta. Van a pasar muchos años y va a quedar en la historia. Está de más, lo disfruto, pero no me doy cuenta.
- ¿Cómo evalúas la participación de Zíngaros en el Concurso después de las tres ruedas?
Creo que fuimos de menos a más. El espectáculo estuvo muy bien en la primera ronda, pero había que ajustar muchas cosas. En la segunda se ajustó y la última fue plenamente de disfrute.
- Hay un momento en la parodia Millán 2515 en el que interpretás a una adicta y es uno de los más fuertes de la actuación; además, lo hacés cantando. ¿Cómo trabajaste esa escena?
Una mano enorme de Aldo Martínez, que hizo la puesta en escena y me pasó muchos piques. Creo que es la parte que más me gusta del espectáculo. Yo como actriz me muestro porque no tengo otros momentos actorales. Es la [escena] que más disfruto porque estoy con Andrés Atay, que es como mi mano derecha, mi socio para todos lados.
- ¿De qué manera llegaste a Zíngaros?
Yo había salido en revistas muchos años en el Carnaval de las Promesas. Estoy estudiando en la Escuela de Luis Trochón también, pero Pinocho [Ariel Sosa] me vio en Soñando por Cantar [con su interpretación de Cabaret] y me llamó. Para mí era todo... ¡¿Una mujer en los Zíngaros?!
- ¿Tenías una cercanía previa con el conjunto?
Yo era hincha de los Zíngaros cuando era más chica. Era de las que venía a ver al conjunto siempre. No había numeradas arriba, así que había que correr para agarrar lugar porque se llenaba. Después, con los años, me tire para el lado de la murga, y luego se me dio la posibilidad en parodistas.
- Una categoría, como decíamos antes, en la que no es habitual la presencia femenina...
Este año en la Troupe hubo mujeres también, pero somos muy pocas. Es una responsabilidad ser mujer en el parodismo. A mí me gusta mucho. El talento va más allá del género.
- El conjunto tiene un gran potencial de voces. ¿Cómo es el trabajo entre tantos solistas destacados y algunos ya consagrados?
El coro está divino. Se escucha notable y Andrés [Atay] lo arregló bárbaro. Está bueno que se luzcan todas las voces. Que todos tengan su destaque y que también en el coro aporten ese granito de arena para que suene todo bien.
- Y tu relación con Ariel Sosa como "dueño" del conjunto, ¿cómo es?
Yo me llevo bárbaro con Pinocho, y este año más todavía. Nosotros tenemos una relación paternal, medio de padre e hija. Tiene sus determinaciones de director que están bien, porque tiene que hacerlo. Así el grupo funciona, si no sería todo un caos. Realmente muchas veces se agradece que sea así. Pero cuando está disfrutando todo, te hace vivirlo con pasión, algo que es propio del conjunto.
Luis Silva I Montevideo Portal
Montevideo Portal
