Contenido creado por Inés Nogueiras
Locales

A sangre fría

Una serpiente como mascota, un hábito que crece en Uruguay

Tener a una serpiente de mascota es un hábito que se extiende entre los uruguayos de la misma forma que la posibilidad de adquirirlas de forma legal. Montevideo Portal habló con Ignacio Etchandy, del criadero Alternatus, sobre el amor y las fobias que despiertan.

31.01.2015 09:46

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2015-01-31T09:46:00-03:00
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Montevideo Portal

Elegir a una serpiente como mascota es un hábito que se extiende entre los uruguayos, que empiezan a "mostrarse" más con sus réptiles. Para Ignacio Etchandy, encargado del criadero de reptiles Alternatus, el uso doméstico de los reptiles creció en forma paralela a la posibilidad de adquirirlos de forma legal.

Ubicado en Piriápolis, Alternatus es un criadero de reptiles que ofrece, entre otros servicios, la posibilidad de comprar serpientes para tenerlas como mascota. "Principalmente vendemos culebras y alguna pitón", contó Etchandy a Montevideo Portal, aclarando que solamente se comercializan las serpientes "producidas" en el criadero. En efecto, las que son rescatadas por la organización son liberadas luego o permanecen en el centro.

Etchandy aclaró también que los ingresos obtenidos por la venta de reptiles no apuntan a generar una ganancia sino a cubrir los costos que demanda su cría, especialmente en luz, calor y alimentación.
Según el criador, Alternatus pone mucho énfasis en "promover una tenencia responsable" de los reptiles. "A veces viene un adulto diciendo que quiere comprar una serpiente para su hijo y nosotros le aclaramos que él, que va a firmar los documentos del animal, va a ser el titular y es quién se va a hacer responsable", enfatizó.

En consonancia con ese objetivo, el criadero realiza un "monitoreo" de los animales que vende, "llamando" a sus dueños para "saber cómo está el animal". También incluye a sus clientes en un grupo de Facebook y los alienta a compartir sus experiencias y dudas con otros propietarios de reptiles.

Etchandy no tiene dudas de que hay un "interés creciente" de los uruguayos por las serpientes. Un fenómeno que coincide con una inclinación mayor de los dueños de reptiles a "mostrarse" con sus mascotas. Para el criador, este fenómeno responde a la mayor accesibilidad a estos animales de forma legal: "hasta hace unos 20 años todos los que tenían animales exóticos en sus casas los habían conseguido de forma clandestina, la mayoría capturados en el norte argentino o en Brasil". Una realidad que para Etchandy generaba un contrasentido debido a que los amantes de las serpientes terminaban "incentivando su depredación".

Actualmente, sin embargo, comienzan a proliferar los criaderos en los que es posible conseguir serpientes en forma legal. Además, se popularizan algunas especies como la "serpiente del maíz" que "se adaptan fácilmente" al ámbito doméstico.

Adoptar una serpiente exige, según el criador, un cambio en la forma en que muchas personas entienden a las mascotas. "Tradicionalmente se piensa que las serpientes no pueden ser mascotas, porque suele considerar a las mascotas en función de lo que puede expresarle a un humano", argumentó, agregando que "sin embargo, hay personas que cuidan y hablan a las plantas, que son un ser vivo pero que no puede demostrar ese afecto".

"Nosotros a las serpientes también les hablamos, obviamente no buscando que nos entiendan lo que decimos pero sí para que sientan nuestra onda", continuó, haciendo hincapié en que el cariño puede expresarse "mejorándoles el espacio".

Las fobias y el odio: de la Biblia para acá

Por supuesto que no todos los uruguayos son fanáticos de las serpientes. De hecho, uno de los objetivos de Alternatus es generar "campañas de sensibilización" para disminuir la "fobia" que suelen tener los humanos y evitar la matanza de estos animales.

"Todos los homínidos - porque también le pasa a los monos - sienten un miedo innato a los ofidios", sostuvo Etchandy. De todos modos, hizo hincapié en que en el caso de los humanos "la cultura ha ayudado mucho: de la Biblia para adelante las serpientes siempre han sido utilizadas para simbolizar lo malo; siempre tuvieron una propaganda negativa".

El resultado es que, según el experto, exista "gente que va más allá de la fobia, que siente un odio irracional hacia las serpientes". Es así que el criadero ha tratado a vecinos que cortan y aplastan las cabezas de las serpientes o reclaman con fervor que "se extingan todas".

El Centro de Rescate de Alternatus recibe a muchos de los ofidios lastimados por humanos que, ante el miedo y la incertidumbre sobre su peligrosidad, se aprestan a enfrentarlas a machetazos.

Algunas de las serpientes recuperadas permanecen luego en el criadero y pueden ser visitadas por curiosos que logran superar su fobia después de sostenerlas y "comprobar que no son frías ni húmedas" o leer la vasta información sobre ofidios proporcionada en el centro.

Convivir con las serpientes

En épocas en las que es común salir a acampar, la posibilidad de encontrarse frente a frente con una serpiente se vuelve mayor. Sabedores de que no todos reaccionarán con optimismo, Etchandy tiene algunas recomendaciones siempre a mano.

"Si uno se encuentra con una serpiente lo importante es tratar de no afectarlo. En caso de que sea ponzoñosa, lo mejor es intentar correrla con un palo. Eso en caso de que la serpiente aparezca en el hábitat de un humano; si el humano está en el hábitat de la serpiente el que se tiene que ir es él", explicó, recordando que uno de los servicios del criadero es "quitar" las serpientes que se introducen dentro de viviendas.

Intentar atacarlas suele ser una mala idea, advirtió, señalando que "la mayoría de las mordidas se dan cuando la gente las quiere matar".

"Afortunadamente - tranquilizó Etchandy - Uruguay no tiene una lista interminable de serpientes venenosas: son cuatro". En ese sentido, recomendó que las personas "se informen" sobre las especies presenten en cada zona del país, en caso de acampar o pasar días en el campo.

Montevideo Portal